Generar productos nuevos es la clave para la supervivencia económica de las empresas. Se necesita innovar constantemente y desarrollar los productos con precisión para asegurar su éxito. Los productos diseñados con un método y enfoque en el usuario son los más competitivos.
En México pocos empresarios reconocen la necesidad de invertir en el diseño de sus productos. En muchos casos ponen el diseño de sus productos en manos de personas que solo resuelven una parte del problema, la parte estética, la técnica o la mercadológica teniendo como resultado un producto deficiente que no se vende.
El diseño enfocado en el usuario es un método que puede crear o mejorar productos de una manera integral. Une todos los aspectos necesarios para fabricar un producto de calidad y hacerlo llegar al usuario de la mejor manera. El diseño va más allá del cómo se ve un producto, un producto se crea con el conocimiento de quien y cómo lo usa, qué problema resuelve o qué deseo satisface, cómo se fabrica, cómo se distribuye y qué aporta como innovación.