Escuchar la frase “Nos conocimos en una reunión de ANS” me produce una alegría enorme

 

Adrián Irigoyen

Realizamos reuniones para las personas interesadas en la cultura “Friki”: anime, cómics y videojuegos, de ahí el nombre de nuestro grupo “Anime No Shima” o ANS para abreviar, que significa isla de anime, debido a que vivimos en la Isla de Cozumel.

Todo el equipo actual somos egresados con variedad de profesiones, diseñadores gráficos, educadoras y uno de sistemas de la información.

Nuestra ciudad es una isla donde muy rara vez llegaban actividades de ese tipo. Muchas veces el círculo social es tan pequeño que incluso si no conoces a alguien en persona seguramente habrás escuchado al menos una anécdota referente a esa persona.

Un día le pregunté a un compañero de la preparatoria que le parecía la idea de prestar el porche de su casa para hacer un grupo donde reuniéramos a la mayor cantidad de personas con las mismas aficiones que nosotros, siempre que sugería una idea él inmediatamente la rechazaba así que fue toda una sorpresa cuando aceptó llevar a cabo la idea.

Al principio lo realizábamos cada quince días, después cada semana, pero mientras íbamos creciendo y tomando nuevas responsabilidades decidimos que se realizará una vez al mes para entregar una reunión de la mejor calidad posible.

Probamos que actividades le gustan al público, después de todo tienes a cuarenta personas que decidieron ir una de tus reuniones un día sábado así que lo mínimo que puedes ofrecerles es una noche de sábado divertida.

Sin duda una de las partes que más me gusta es que las personas puedan encontrar nuevas amistades, muchos que se conocieron en las reuniones llevan más de 7 años de amistad.

Escuchar la frase “Nos conocimos en una reunión de ANS” me produce una alegría enorme.

También me siento orgulloso de contribuir a que este tipo de actividades se convirtieran en algo más usual que cuando decidimos iniciar nuestro grupo, tanto que cuando empezamos y éramos una novedad nos invitaron dos veces a una televisora local, en la segunda ocasión nos dijeron que solo tendríamos 5 minutos para anunciar nuestro grupo e invitar a que asistiera, al final nos pidieron quedarnos todo el programa.

Como la mayoría de las cosas el inicio siempre es la parte más complicada. En la primera reunión solo llegaron 2 personas las cuales estaban por irse, pero afortunadamente me encontraba afuera y los convencí de entrar a la reunión.

El número de participantes iba aumentando gradualmente así que aún me sorprende que esas 2 personas se convirtieran en 40 personas. Cuarenta personas en el porche de la casa de mi amigo eran demasiados ahora que lo pienso.

Otro punto que resultaba muy complicado era la falta de capital económico, la gran mayoría que apoyamos éramos adolescente de 16 años, el dinero resultaba un problema a la hora de querer conseguir mejores sillas, mesas y un proyector.

Pero siempre seguimos la filosofía que hacíamos ANS para contribuir con la comunidad friki y no por dinero.

Como anécdota final en las dificultes debo de agregar que el mal tiempo tiene una extraña fijación con nosotros, al grado que se volvió un chiste el decir “Hoy parece que va a llover ¿Se va a realizar un ANS?”  Lo sorprende es que aun con lluvia la gente iba.

Me gustaría hablar sobre proyectos futuros, pero no me gustaría revelarlos antes de tiempo, pero pueden estar seguros, vamos a regresar con mayor fuerza que antes.

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Vida y Profesión
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