De eso se trata la vida, de ir haciendo cada vez más grande tu colección de experiencias

Osvaldo Hernández

Me gusta la literatura más o menos desde que iba en la prepa. Yo ya antes había leído varios libros pero ninguno me había llamado tanto la atención o los había leído porque me los dejaban de tarea, porque tenía que estudiarlos pero no por gusto.

El primer libro que leí, si mal no recuerdo fue un librito que se llama “Platero y yo”. Lo leí cuando estaba en la primaria pero no recuerdo de qué trata, sólo recuerdo que en la portada tenía un burrito y un niño, porque Platero era un burrito.

Mi gusto por la lectura comenzó ya en la prepa. Recuerdo que empecé a leer un libro que se llama “El ángel de las tinieblas”. Se trataba de una asesina de niños. Yo me adentre tanto en la historia y me voló tanto la imaginación que me ponía en la situación de los personajes y sentía el miedo que vivían a causa de la asesina. Viví tanto el libro que podría decir que fue en ese momento cuando me enamoré de la literatura.

No tengo ningún género literario favorito pero creo que si me gustan un poquito más las novelas o los cuentos. Tengo varios autores favoritos que han ido cambiando con el paso del tiempo. Algunos de ellos son Jorge Luis Borges, Carlos Fuentes, Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa.

Como verán, muchos de mis favoritos son americanos y aunque al principio no estaba muy convencido de leerlo, cuando comencé a leer a Haruki Murakami me gustó mucho y creo que ahora es uno de mis favoritos también.

Al igual que autores, tengo varios libros favoritos. Entre ellos están “Cien años de soledad” de Gabriel García Márquez que aunque ha sido un libro muy polémico debido a que a mucha gente le gusta y a mucha no, a mi me gusta de repente abrirlo y simplemente hojearlo para recordar la historia.

También me gustan mucho “Ficciones” y “El Aleph” de Jorge Luis Borges. Me gustan todos los cuentos de Julio Cortázar y para finalizar, “Kafka en la orilla” de Haruki Murakami también me gustó bastante.

También me gusta escribir. He escrito algunos borradores de cuentos, ensayos y alguno que otro poema también, aunque son poquitos realmente. A veces he tomado fragmentos de mi vida, situaciones que me han pasado a mí y les cambio alguna que otra cosa para hacer la trama más interesante y en otros casos si he planeado la trama desde el principio y empiezo a darle forma conforme voy escribiendo.

Al principio; y creo que a muchos les pasa, se puede pensar que es difícil escribir, pero una vez que comienzas ya no puedes parar porque te empiezas a emocionar y te gusta lo que estás escribiendo. El tiempo de escritura en mi caso ha variado, hay cuentos que he comenzado hace algunos meses y aún no termino y hay otros que terminé en dos días.

Aunque considero que lo mío, lo mío es leer, Jorge Luis Borges dice que para ser un buen escritor hay que ser primero un buen lector.

Lo que más me gusta de la literatura es que cuando uno toma un libro, vive una experiencia que quizá en su vida  real no podría vivir. Al final, creo que de eso se trata la vida, de ir haciendo cada vez más grande tu colección de experiencias, ya sea con experiencias de la vida real, del cine, de libros, de historias.

No tengo algo que no me guste en la literatura. Podría decir que la poesía no es de mis géneros favoritos, pero precisamente lo bueno de la literatura es que es muy diversa, entonces si hay algo que estás leyendo y no te gusta, simplemente lo dejas y comienzas con algo nuevo que quizá te guste más.

Pienso que la mejor experiencia que he sentido como lector es cada vez que tomo un libro y se empieza a poner interesante, me empieza a gustar más y me doy cuenta de que es el libro indicado que tenía que leer en ese preciso momento.

En cuanto a la peor experiencia que he tenido como lector; y creo que todos los lectores del mundo concuerdan conmigo, son esas situaciones en las que estás leyendo y cuando más interesante está el libro, llegue alguien y te interrumpa. Lamentablemente muchos no consideran la lectura como una actividad de importancia.

Les contaré una anécdota curiosa que me ocurrió en la FIL Guadalajara. Es una de mis favoritas.

Hace como cuatro años, estuvo presente Mario Vargas Llosa en el evento de la FIL; como comenté anteriormente, él es uno de mis escritores favoritos y quería ir a verlo. Lamentablemente no pude asistir porque tenía que trabajar.

Fui a la FIL un día después de que él estuvo. Yo creí que ya había ido de regreso a Perú. Entonces, al dar vuelta en una esquina de las calles de la arena internacional, me encontré con Mario Vargas Llosa en un puestito de libros. Fue tanta mi emoción y mi sorpresa de que no esperaba que estuviera ahí, que me quedé paralizado y no le pude pedir ni autógrafo ni nada, además que no llevaba ninguno de sus libros para que me lo firmara.

Dos años después, volvió Mario Vargas Llosa a la FIL y dije, -Esta vez no se me va a ir, voy a pedirle una firma -.

Llegué tarde a la plática de un libro que publicó que se llama “Cinco esquinas”. El lugar estaba llenísimo así que me formé afuera para que me dejaran pasar. El guardia nos dijo a las personas que estábamos afuera que iba a dejarnos pasar si alguna persona de las que estaban adentro salía, entonces estuvimos formados esperando a alguien que saliera.

Y si, salieron como tres personas a la media hora de haber comenzado la plática y entramos nosotros, pero estaba tan lleno y estaba yo tan lejos de Mario Vargas Llosa que pensé –No, esto ni se puede escuchar, ni se le entiende, ni nada-, entonces decidí salirme y entré a otro foro que estaba ahí de escritores a los que Mario Vargas Llosa les había marcado la vida.

Y estaba yo ahí, esperando a que llegaran estos escritores, resignado a no ver a Mario Vargas Llosa.

En eso, por la puerta por donde estaban entrando los escritores, entra  Mario Vargas Llosa y se sienta justo delante de mí. Y bueno, yo no lo podía creer. Llevaba un libro para que me lo firmara, pero me daba pena pedirle una firma porque todos le estaban hablando a él, le decían cosas como “Don Mario, usted me cambió la vida” y “Tal libro me gustó”, cosas como esas, entonces sentí que iba a verme muy imprudente al pedirle una firma, así que decidí esperar hasta el final de la platica.

En cuanto terminó la charla, él se levantó y pensé  –Ahora sí, le voy a pedir la firma-, pero en eso, toda la gente presente en la charla se abalanzó sobre él y yo no pude ni acercarme, porque Mario Vargas Llosa le corrió, sólo firmó unos tres libros por aquí y por allá y se retiró. Se me fue otra vez.

Ahí fue cuando me di cuenta que mi destino era encontrarme con Mario Vargas Llosa y su destino era ignorarme.

Daniel Barenboim  es un músico argentino que alguna vez, en una entrevista dijo que para él, tocar el piano era una actividad sumamente cotidiana porque desde chico, sus papás, que eran maestros de piano, le habían enseñado a tocar el piano a él. Aparte cómo mucha gente iba a clases a su casa, él pensaba que todo el mundo tocaba el piano. Entonces creció con la idea de que eso era normal.

De ésta manera yo pienso que la mejor manera de fomentar la lectura en México es comenzando desde el hogar.

Hoy en día la gente piensa que leer es una actividad exclusiva de gente culta, cuando hace algunos años que no había televisión ni radio, la gente se entretenía leyendo. Era algo muy normal.

Hay personas a las que les cuesta trabajo leer porque la sociedad de consumo en la que vivimos hoy en día, ha hecho que el arte, como muchas otras cosas estén a merced del comercio y esto ha hecho que los contenidos sean cada vez más digeribles y por ende pierdan su calidad.

Entonces yo creo que para leer se necesita cierta condición literaria. Es muy difícil que alguien que nunca ha leído nada, lea “Don quijote de la mancha” y que le guste, que existen casos, pero son raros. Normalmente, uno comienza a leer libros no tan complicados y poco a poco le va agarrando más el modo.

Entonces si nuestros cerebros están acostumbrados a los contenidos “light” por así decirlo, que nos ofrecen ahora los medios de comunicación, obviamente cuando uno vaya a leer un libro, se va a cansar, se va a aburrir.

En éste sentido yo creo que también en las escuelas los maestros deberían de hacer propuestas más ligeras para los alumnos porque es muy común escuchar a chavos que dicen que en su escuela les piden leer clásicos súper pesados y que mejor prefirieron no leerlo y sacar la sinopsis de internet. Es bastante lógico que a la gente no le guste leer, porque si nunca han leído nada y de repente tienen que leer algo tan complejo en la escuela y esa es su primera experiencia en la lectura,nunca más les va a gustar leer.

Cierro citando a Borges  que decía que “leer no soporta el modo imperativo, porque la lectura debe ser una de las formas de la felicidad y a nadie se le puede obligar a ser feliz”. Tan tán.

Vida y Profesión
Queremos compartir las historias de los profesionistas mexicanos. Sus motivaciones y su vida. Mexicanos como tú que quieren hacer la diferencia. Las opiniones expresadas en las entrevistas de Vida y Profesión son responsabilidad del entrevistado y no reflejan necesariamente las de VIDEN o su equipo.

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