Tu empresa no necesita estar en Internet

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¿Te ha pasado que estas navegando en internet o redes sociales y te aparecen anuncios del tipo “Crea tu página web en 3 minutos”, “Curso gratis de redes sociales”? Y tú piensas algo como: “Mi empresa no necesita eso. El Internet no es para nosotros” déjame decirte que tienes toda la razón. Así es, no necesitas que tu empresa tenga presencia en Internet si cumple con al menos una de las siguientes características:

Quieres proyectar una imagen anticuada

“Mis clientes NUNCA han usado ni usarán Internet. Mucho menos una computadora, o un smartphone, esas cosas son del diablo… ¿Factura electrónica? ¿Eso con que se come o que?”. Si te identificas con esta frase, tienes una maquina del tiempo, y tus clientes viven en 1980 o una fecha anterior, definitivamente tu empresa no necesita estar en Internet.

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Cada vez más personas usan Internet y deciden si confiar o no en una empresa para comprar un producto o servicio basados en lo que publican en redes sociales o en su página web. Si tu empresa no está en Internet, te será más complicado ganar la confianza de esas personas.

Le vendes a empresas

“Yo le vendo a empresas, trato directamente con los empresarios o los de compras». Ésta es la excusa número uno de las empresas que tienen como clientes a otras empresas, pero también se les olvidan dos detalles: el primero es que generalmente el usuario final de tu producto no es una empresa y es importante que tanto el usuario como el cliente reconozcan tu marca; y el segundo detalle es que las empresas están formadas por personas. Así es, detrás de los nombres de las empresas a las que les facturas hay personas, y esas personas, usan Internet. El de compras se mete al Facebook cuando el jefe lo tiene hasta la gorra y se queja más o menos así:

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Tal vez durante muchos años has dependido de las recomendaciones boca a boca, pero ahora todo se mueve muy rápido. La gente hoy cuando recomienda usa una frase muy interesante: «¡Búscalos en Facebook/Google!». Y si alguien te recomienda y le pasa tu número de teléfono a un posible cliente, lo más probable es que olvide llamarte. Ese posible cliente va a buscar en Internet y si encuentra un proveedor que tiene su catalogo en linea y en su página de Facebook tiene comentarios del tipo «Excelente atención. ¡Mil gracias!», y de tu empresa no hay ni un correo de contacto, ¿adivina a quien le va a pedir cotización primero?. Me imagino que has escuchado esa frase que dice «El que pega primero, pega dos veces».

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Hoy es muy probable que tu cliente sea un milenial (o el comprador que va a tomar la decisión de que seas el proveedor de la empresa para la que trabaja), o sea, personas que hoy tienen aproximadamente entre 20 y 30 años y que se la pasan pegados a sus smartphones pero casualmente ODIAN hablar por teléfono (con sus excepciones). Así es, les encanta la tecnología, y adoran las redes sociales, el WhatsApp y todas esas cosas modernas, pero hablar con una persona real, escuchar su voz  por el teléfono, tener que usar la lengua para comunicarse… les da terror.

Si no te has dado cuenta de que nunca le vendes a empresas, siempre le vendes a personas y te gusta que tus posibles clientes se vayan con la competencia que si tiene presencia en Internet, no necesitas Facebook, ni Twitter, ni Instagram, ni YouTube, ni página web.

 La marca de tu empresa no está definida

Si tu estás súper contento con tu logo padrísimo hecho en Power Point, si no tienes una clara idea de cual es la personalidad de tu marca, los valores que quieres proyectar, si no estas seguro de cuales son los colores que debes usar al crear un documento o un articulo promocional para tu empresa, si promocionas tus productos en Facebook con un collage en el que aparecen como 100 productos todos apretujados como en periódico de ofertas de distribución gratuita… tú necesitas un diseñador, con urgencia.

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Imagínate que alguien abre un local para ofrecer su producto, y los productos están desordenados, el rotulo que da a la calle no se ve claro, no se entiende que venden. Además los que atienden no saben lo que venden. Llega un cliente y pregunta «oye ¿tienes algo así?»  y le responden «no se, a lo mejor ahí en ese anaquel hay algo de eso». Esto es justamente lo que pasa cuando no tienes una marca bien estudiada y definida, tus vendedores no entienden tu marca y no saben cómo vender el producto. Y esto se va a ver reflejado en tu página web y redes sociales. Entonces estar en Internet no te va a generar ventas ni traer nuevos clientes, porque la gente va a asumir que se trata de una empresa «chafa». 

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Si un día llegara alguien a intentar venderte una computadora de última generación, vestido de payaso, con una actitud seria y hablando de una manera técnica y formal, ¿le comprarías?. El problema no es la vestimenta o la actitud, el detalle está en la congruencia. Tu marca debe ser congruente con el producto y servicio que ofreces, con los valores y objetivos de tu empresa. La gente debe poder ver congruencia entre lo que ve, oye y siente con cada aspecto de lo que tu empresa ofrece, eso es una marca definida.

Antes de comprar dominio y hosting (osea www.tuempresa.com),  y darte de alta en todas las redes sociales, hay que comenzar un proceso de branding. (otro día con más calma hablamos de con que se come el branding)

No sabes cómo conseguirás visitas ni cómo convertirlas en ventas

Esto es clásico: hacen una página web y esperan que mágicamente caigan clientes solo porque está ahí, en Internet. Tener presencia en Internet es más que hacer una página web o una página de Facebook. Si alguien extiende una lona en el suelo en un tianguis, pone sus productos y luego se va y deja solo el changarro, ¿va a vender?, tal vez le roben, pero definitivamente no va a vender. Si no hay alguien ahí que cobre y que convenza a las «güeritas» de que está «bien bueno» lo que vende ¿cómo va a vender?.

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Es lo mismo con la presencia en Internet de tu empresa, necesitas demostrar que hay gente detrás de tu página web, que hay personas listas para atender clientes, que tienes producto en existencia, que puedes dar el servicio que ofreces. Igual que al vender en carne y hueso hay que mostrar el producto, mantener actualizados a los clientes sobre las novedades, estar disponibles y listos para atender. Antes de lanzar tu empresa en Internet, debes tener bien claro que quieres lograr con eso, ¿atraer clientes a tu local? ¿vender en linea tu producto? ¿hacer popular tu marca entre los usuarios?. Después hay que crear una estrategia.

No es un concurso para ver quien tiene la página más bonita o que tan rápido te haces de likes en todas las redes sociales habidas y por haber. Necesitas un plan, necesitas saber que quieres lograr, y seleccionar con cuidado las herramientas a utilizar. Así como cuando repartes volantes y te pones en la calle donde pasa más gente en hora pico, así también publicas en redes sociales. La hora y el lugar hacen la diferencia. Si vas a hacer una página en Facebook debes saber porqué ahí y no en otra red social, debes elegir las redes sociales en las que están tus clientes o los usuarios finales de tu producto o servicio. Debes saber como usar cada red, no es lo mismo publicar en Twitter, que en Instagram o en LinkedIn.

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Igual que cuando pones un local y piensas en cómo van a llegar los clientes, ver los productos, elegir, pasar a la caja, pagar… todo el proceso de compra, todo lo que haces en Internet debe tener un porqué y un para qué. Si vas a poner una tienda en linea primero debes estar seguro de que hay gente dispuesta a comprar tu producto o servicio por Internet, debes tener un plan de logística, saber como vas a cobrar y a entregar tu producto.

Para todos los negocios hay maneras de estar en Internet, hay para todos los presupuestos y gustos. Si no sabes como, busca a alguien que si sepa (cof yo cof… Ay que tos…)

No has seleccionado tu cliente ideal

Crear una web o perfiles en redes sociales de tu empresa es como poner un local donde ofreces tu producto o servicio. Si no sabes a que mercado te diriges puedes terminar como todos esos negocios que se ponen en la zona menos adecuada, con la imagen incorrecta, en donde no hay quien les compre; como poner un restaurante de cortes argentinos en una zona donde el 100% de las personas son vegetarianas. No suena como una buena idea de negocio ¿verdad?

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Si te pidiera una descripción detallada del cliente que más te compra, ¿podrías recitarla de memoria como la tabla del 2?. Si la respuesta es “Yo sí, sin problemas, pero el primo de un amigo si anda como perdido”, dile al primo de tu amigo que puede contactarnos para ayudarlo a hacer un estudio de mercado rápido y eficaz. Conocer al cliente ideal no solo es necesario para crear una página en internet o para redes sociales, es vital para el funcionamiento de una empresa. Sin una selección de mercado correcta tampoco puedes crear una marca, ni competir, ni crecer. (si el primo de tu amigo de plano no usa internet le puedes imprimir este articulo y dejarlo caer, discretamente en su escritorio…sin querer)

Tu empresa está en graves problemas

Es normal que cuando los problemas agobian a tu empresa y estás a punto de cerrar quieras buscar la solución en un solo lugar, y la tecnología con todas las maravillas que puede hacer, parece ser la mejor opción. Si ya no vendes, si estás hasta el cuello de deudas, si ya ni empleados tienes… lo último que necesitas es una página web.

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Invertir en una página web y redes sociales cuando una empresa anda mal, es como comprar una lancha cuando sabes que el lago está a punto de secarse, tal vez aún tienes una parte con agua en la que puedes navegar por un rato más, pero el problema no es que no tienes lancha, ES QUE TE ESTAS QUEDANDO SIN LAGO. ¿qué vas a hacer con la lancha cuando el lago se seque? ¿venderla? Volviendo a la realidad, no estamos hablando de una lancha, es una página web hecha a la medida de tu empresa, no es algo que puedas venderle a alguien más. Si te ves en la penosa necesidad de cerrar tu empresa, esa página web o esas redes sociales serán herramientas en las que invertiste tiempo y dinero que se quedarán ahí en el olvido, mientras el polvo digital las cubre 🙁

Con esto no quiero decir que tener presencia en Internet no puede ayudar a salvar tu empresa, pero fíjate bien (¡apúntele bien!), la palabra que usé fue ayudar. Busca ayuda profesional, si crees en tu idea de negocio, si tu empresa es importante para ti, lucha por salvarla. La innovación puede ser el ingrediente mágico que hace falta, pero debes estar dispuesto a cambiar tu forma de pensar y hacer las cosas, y hay que chambear mucho. Tal vez hay que hacer un nuevo plan de negocios, re-diseñar el producto o servicio, lo que haga falta. Una vez que tu empresa esté en el camino de nuevo, vemos lo de tu página web y redes sociales 😉

¿Todavía sigues pensando que tu empresa no necesita estar en Internet? Párate en un lugar publico muy concurrido y cuenta cuantas personas están viendo su teléfono inteligente.

Quiero saber que piensas, cuéntame porque no tienes presencia en Internet en los comentarios o por e-mail o Twitter.

Marisa Lozano
Diseñadora Industrial, Directora de Mkt y Diseño en Viden

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