Las nuevas exigencias del mercado obligan a las empresas a tener una identidad propia y personal, además de crear productos innovadores y de calidad. El diseño es la herramienta que dispone de la mejor manera posible los elementos necesarios para alcanzar los objetivos de tu empresa. Existen tres campos de acción del diseño indispensables en una empresa: identidad, comunicación y producto.
Muchas empresas invierten en diseño sin obtener resultados, esto puede deberse a una mala definición desde el concepto, lo que hace que las fases posteriores de desarrollo no generen resultados positivos. La falta de diseño coloca a las empresas en una posición en la que no pueden competir contra las marcas reconocidas, ni contra los productos importados de bajo costo y gran volumen de producción.
Ya sea que tu empresa tenga antecedentes de diseño o no, es necesario definir una estrategia para incorporarlo en tus actividades, de manera que resuelvan problemas puntuales y que se observen resultados medibles. La incorporación del diseño en tu empresa debe hacerse de manera gradual y tomando en cuenta los recursos con los que se cuenta y los objetivos a lograr. La innovación impulsada por el diseño es una de las estrategias competitivas más poderosas.