Me encanta rebasar las expectativas del cliente ayudarlo a salir de su zona de confort

Estefania Prado

Estudié diseño de imagen y estilismo. Empecé en primero de secundaria con el estilismo porque me llamaba mucho la atención ver a todas las mujeres con los mismos tonos en el cabello, siempre las imaginaba distintas, con ideas que realmente fueran con ellas y las hicieran resaltar.

Actualmente tengo un negocio que se llama Mirage Studio. El nombre de «Mirage Studio» es gracias a los creadores de las TMNT (Las Tortugas Ninja). Ellos no creían en su proyecto, gastaron todo lo que tenían en el primer comic de las tortugas, e incluso, en ese mismo se acababa. Jamás pensaron que sería el boom que fue. Cuando les preguntaran como se llamaba su estudio (su apartamento pequeño y sucio) decidieron llamarte Mirage Studios para darle seriedad al asunto.

Por eso se llama Mirage, porque mi proyecto tiene años tratando de posicionarse y crecer como lo que yo he imaginado.Hace 11 años, tuve mi primer saloncito, que de hecho es donde estoy ahora. No tenía experiencia y a nadie le gustaba el cabello de colores. No sabía ni tenía los medios para actualizarme y no funcionó. Durante mucho tiempo practiqué con mis amigos de la escuela, hacía cosas simples a mis vecinos y amigos de mis papás… Empecé a meterme a otros mundos, al de sommeliere y barista, pero nunca lo dejé. Cuando las propuestas diferentes empezaron a ser rentables, volví a desenvolverme en este ambiente, practiqué más, aprendí mucho más.

Después de un largo camino trabajando en un salón muchas horas extras y trabajando al mismo tiempo por mi cuenta (con jornadas hasta de 16 horas al día) decidí volver a trabajar sola. Se dió la oportunidad hace casi un año de rentar un local y deposité prácticamente todo mi capital, las ilusiones y la experiencia que acumulé. Me sentí como los creadores de las tortugas ninja y supe que debía llamarse Mirage.

Ese local me enseñó mucho, tuve la oportunidad de trabajar con otros dos grandes estilistas a quien admiro y me encantó tener conmigo.

Hace menos de un mes se dió la oportunidad de regresar al local que me hizo saber lo que quería, 11 años después estoy aquí de nuevo, no cambié de nombre, sigo con las mismas ganas de aprender, de superarme. Sigo amando profundamente lo que hago.

Me dedico a esto porque desde que empecé, no me veo haciendo otra cosa, a pesar de querer iniciar la carrera en restauración de antigüedades o letras hispanas. Me encanta ver los resultados de los diferentes enfoques que puedo tener con una sola persona, respecto a su imagen.

El área que más me apasiona de mi trabajo es la colorimetría. Me encanta rebasar las expectativas del cliente, ayudarlo a salir de su zona de confort y al mismo tiempo hacer algo totalmente personalizado.

La parte menos sencilla de lo que hago es recordarme a mi misma que no lo sé todo. Realmente buscar la manera de siempre estar actualizada y aprender nuevas técnicas parece sencilla pero no lo es, hay que invertir tiempo, dinero y disciplina. Vale completamente la pena.

De aquí a 5 años ya debí de tomar cursos fuera del país que me tienen muy emocionada, es una actualización por año, por ejemplo, el del año que viene es en San Diego, el que sigue en Milán y etc. Quiero tener mucho más conocimiento.

Imparto cursos de imagen oncológica. Consiste en enseñar a pacientes que están pasando por las consecuencias del cáncer, a ponerse la peluca, maquillarse, encontrarse a ellos mismos todos los días en el espejo.

Esto empezó hace 2 años, Empecé porque mi bisabuela sufrió de cáncer. Casi toda mi familia materna lo a padecido o lo padece. Vi de cerca como el cáncer acaba a las personas, realmente el mirarse marchitos los hace sentirse peor.Todo se reafirmó con clientes que pasaban por la misma situación, me gustaba muchísimo ver el cambio en sus rostros cuando yo podía ayudar. Aprendí a hacer champú y acondicionador libres de parabenos y cualquier agente dañino, para que sus cabellos se revitalizaran, o su cuero cabelludo en su defecto. Después simplemente empecé a ofrecer mis servicios a cualquiera que me los pidiera, para asesorarlos respecto a su imagen en ésta etapa tan difícil.

Me sorprende muchísimo ver el cambio tan notorio antes de tomar el curso, a cuando pueden seguir siendo ellos mismos a pesar de la enfermedad. Suena superficial, pero verse bien los hace sentirse mejor, además de que se les enseña que tipo de productos son los recomendables por su nueva condición.

Para alguien a quien le a significado tanto una enfermedad, es maravilloso saber que siguen aquí y que siguen siendo importantes.

También soy correctora de estilo, corrijo tesis, guiones… todo lo que consista en letras y papel. Enseño sobre expresión corporal y dirigirse en público dependiendo el objetivo. Escribo novelas cortas, poesía y canto. Otra de las cosas que me apasiona además del mundo literato y la música, es la cerveza artesanal.

Me desestreso cantando con mis hijos, de vez en cuando en la barra de mi bar favorito en el que sólo tienen cerveza artesanal tapatia. Releyendo alguno de mis libros favoritos o investigando sobre cerveza.

Considero mi profesión un talento artístico, pero si debiera exponer otro, es el canto y la escritura.

Y siempre es un gusto para mi compartir algo que quiero tanto.

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Vida y Profesión
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